MARÍA LUCRECIA PICHUCHO UNAPANTA

Mi nombre es María Lucrecia Pichucho, tengo 64 años, soy la novena de once hermanos, vengo de un hogar de clase humilde, destruido por la violencia y el alcohol. Sin embargo, vivíamos una religiosidad natural. Desde muy temprana edad me tocó trabajar en la costura, que era algo que no me gustaba porque tenía que ayudar en la economía de mi familia. Una persona conocida empezó a pretenderme y fuimos enamorados durante tres años, quedé embarazada de él y no quiso hacerse responsable del bebé, me pedía más bien que lo aborte, gracias al infinito amor que Dios me tuvo, mi madre me apoyó. Estuve casada 8 años con un hombre muy bueno, que me aceptó a mi y a mi hijo, incluso lo reconoció como hijo suyo, después tuve una niña, fruto de ese amor; quedé viuda a los 29 años de edad con 2 hijos pequeños: Christian y Myriam. Conocí el Camino Neocatecumenal a través de una invitación de mis hermanos a una celebración de Pascua, en la que me sentí consolada y experimenté que Dios interviene en la historia, en mis sufrimientos  y en la soledad. Un año después, entré en una comunidad de Santa Bárbara, en ese mismo año murió mi segunda hija en un accidente de tránsito en 1994.. Dios me ha permitido ver que mi hija está en el cielo y que Él es el dueño de la vida y he podido experimentar el perdón a la persona que atropelló a mi hija. Mi hijo está casado y tiene 3 hijas, camina en la 2da Comunidad de Santa Rita de Casia, al igual que mis nietas que también pertenecen a una comunidad. La gratuidad de los milagros de Dios en mi vida, mi familia y mi comunidad me han llevado a prestar este servicio en el Seminario Redemptoris Mater "San Pedro Claver" durante 14 años.